
El otro día estaba
intentando dormirme, después de haberme tomado litros de
café, y enganché

de casualidad
"Primer plano I-Sat" justo presentando una película a punto de comenzar. Me pareció ver en la serie de imágenes que pasaban a
Samantha Morton,
excelente actriz inglesa, entonces me decidí a verla ( a ver si se me venía el sueño también). La película en cuestión se llama
"A flor de piel" (
"Under the skin", 1997) , es la ópera prima de
Carine Adler y su trama es bastante
simple, pero plantea un
problema afectivo bastante interesante.
Iris (Samantha Morton) y
Rose (Catherine Rushbrook)son hijas de una mujer que padece
cáncer y cuya muerte es
inminente. Ambas hermanas son muy
dependientes de su madre. Rose está
casada, vive con su pareja y esperan un
hijo en dos meses. Iris, en cambio, es una muchacha
inmadura (probablemente, con cierto rasgo de "locura", pero muy entrecomillado),
simbiótica, novia de Gary (relación bastante
infantil).

Un día su madre
muere. Si bien significa un
golpe duro para ambas, Iris experimenta el cambio
radical: pasa a vivir
sola de un día al otro, haciéndose cargo de ella misma. Pero el cambio más
drástico es la
falta de compañía, en fin, de
amor. Comienza a intentar
recuperar a su madre por muchos medios. Primero empieza a utilizar la
ropa, la
peluca y los
anteojos de su madre. No conforme con eso, avanza un paso más. Su búsqueda la dirige ahora a
objetos de amor: hombres de una noche. Por momentos me hace
acordar a lo que decía
Freud, algo así como que el
aparato psíquico tenía que
descargarse por algún medio cuando sentía
displacer, y eso se podía lograr, por ejemplo, por

medio de la
masturbación; yo lo hago
extensivo y lo aplico a su relación general con su
cuerpo, su
sexualidad y los
hombres que la acompañaban, considerando
"displacentero" la
muerte y el
duelo por su madre. Se vuelve un
problema cuando Iris comienza a no sentirse satisfecha, algo
faltaba y ese "algo" era que la
escuchen. El amor, la compañía a la noche y el disfraz
no lograban su propósito. En su carrera por sentirse
contenida (cosa que no lograba con su
hermana, con la que siempre peleaba...
celos edípicos..cof, cof) intenta llegar a su
cuñado, pero este la
rechaza.
Ya
sin consuelo, con hombres que la usaban y un novio que la
engañaba con su mejor amiga (Vron), decide hablar con su
hermana, sólo para que alguien la escuchara por una vez.
"Necesito alguien que me ame": la confesión llorando de Iris
quiebra el alma e inspira
compasión.
Compartir las cenizas (antes perdidas por Iris) de su madre,
acerca a las hermanas y de esta manera Iris puede
resolver parcialmente su problema afectivo. Conjuntamente, la llegada del
sobrino renueva el alma de Iris.
Deshacerse del último
lazo a la madre, al mismo tiempo que se formula un
deseo de
influencias maternas da la pauta de que
internalizó la pérdida como una
ganacia: "nunca se fue, ahora está dentro mío".

No sé si es bueno o malo, pero esta película me hizo
acordar a una persona que, si bien no se repiten exactamente las mismas características, procedía de la
misma manera y bajo las
mismas causas. Me gustaría que vea la película para que
reflexione sobre el tema. Bueno, solo
interpretaciones personales de esta
muy linda película, a la cual le doy
4 Clarisas (muy bueno). Me quedo sin palabras cuando tengo que describir la performance de
Samantha Morton...simplemente
brillante. Les
recomiendo no sólo que vean este film, sino que intenten ver los otros films donde actúa esta
genia británica.
Cualquier sugerencia o comentario, van a
clarisamch@hotmail.comNos vemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario