viernes, 13 de abril de 2007
Una historia de paranoia con el número 23
El lunes ví la última película de Joel Schumacher, "El número 23", protagonizada por Jim Carrey. Creo que le puse demasiadas expectativas al film, porque la verdad que no me conformó at all. Se lo anunció como un thriller de suspenso atrapante, viendo de nuevo a Jim Carrey en un papel dramático, etc. Ya les quito la emoción y les digo que no hay tanto suspenso como avisan, ni es tan atrapante, ni es muy buena la actuación de Carrey (prefiero mil veces al Joel de "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos").
De mi parte, la ví como una mala copia de las formas de filmación de Michael Gondry ("Eterno resplandor..."), por la manera de llevar/contar la historia: mucho juego con los tiempos/espacios, reiteración de escenas, la circularidad de la historia y, no tan patente, el personaje de Carrey (Walter Sparrow), como un sujeto reservado, melancólico y paranoico (no tan notorio en Joel Barish).
Hasta acá la crítica dura, les propongo que vean de qué se trata la película:
Walter Sparrow es un hombre de familia tranquilo y normal que se dedica a la recogida de perros por negocio. Una noche, un misterioso perro le lleva a entrar en una complicada persecución que le hace llegar tarde a una cita con su esposa (Virginia Madsen), quien mientras espera a Walter, decide entrar en una librería de libros usados y comprar uno que cambiaría la vida de Walter para siempre. Walter odia leer pero empieza a regañadientes a hojear una novela corta llamada Número 23. El libro trata de la asesina obsesión de un hombre llamado Fingerling con el número 23 y de cómo ese número guía su vida. Para el horror de Walter, el libro parece reflejar detalles íntimos de su propio pasado. A medida que avanza en su lectura, el libro se va volviendo aún más revelador y comienza a darse cuenta de que el número 23 aparece inesperadamente en casi todo lo que hace. Muy pronto, Walter comienza a compartir la paranoia y la obsesión de Fingerling. Ahora el libro no solo conoce su pasado, sino que empieza a prever su futuro, que parece ser un futuro de asesino. Walter descubre que el libro es realmente una confesión de un asesinato de hace 15 años que parece que él está destinado a repetir. Se da cuenta de que se está convirtiendo en un peligro para todos los que le rodean, en especial para su familia. La única forma de salvarse, de evitar que el número 23 le vuelva loco y de evitar que el destino le convierta en un asesino es encontrar al autor del libro y descubrir la verdad. ¿Existe realmente esa maldición? ¿De verdad está el número 23 controlando el destino de Walter o se trata solo del poder de la sugestión? ¿Sufre Walter algún tipo de demencia o hay un o asesino suelto buscando justicia? ¿Le obligará el número a convertirse en un asesino? Las respuestas a todas estas preguntas llevarán a Walter a una verdad mucho más horrible de lo que nunca hubiera imaginado. (Cortesía de www.estrenosdelcine.net)
Retomo mi crítica para decirles que no todo es basura en el film, porque tengo que rescatar la historia que se cuenta en el libro que Walter Sparrow lee. Esa es la verdadera historia de paranoia y cuando vean la peli se van a dar cuenta por qué. Como adelanto les digo que la paranoia se basa en fantasías dadas a partir de algún signo real y creo que lo que le pasa a Walter traza el camino inverso.
No puedo decir que me haya gustado la actuación de Carrey, pero no hubo salientes tampoco. Digamos que la película fue discreta, así que le doy 3 Clarisas. Good day!...i said good day! (amo a Fez)
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