Las cuatro estaciones según Corea.

Hoy les traigo la obra de Kim Ki-duk "Primavera, verano, otoño, invierno...y otra vez primavera", obra de arte a base de imágenes poéticas y sensibles en detrimiento de la palabra. Y como así es el film, así va a ser el post: a buen entendedor, pocas palabras.
La película fue una producción entre Corea y Alemania y se estrenó en el 2003. Fue dirigida, como ya dije, por Kim Ki-duk y protagonizada por Oh Youn-soo (como el maestro) y Kim Jong-ho (como niño monje), Seo Jae-kyung (chico monje), Kim Young-min (joven monje) y el mísmisimo Kim Ki-duk como el monje adulto.

Básicamente, la película cuenta la historia longitudinal de un maestro y su discípulo, a medida que pasan los años y haciendo un sutil paralelismo entre lo que inspiran las estaciones del año y la vida humana. Asimismo, se intentan mostrar cada una de las enseñanzas que le deja el viejo monje a su protegido. Y digo protegido, porque para mí era un misterio la familia del chico que pasa toda su vida aprendiendo de un sabio en el medio del bosque coreano. Con la película también se intenta explicar el ciclo de los monjes y de los protegidos y de las condiciones en las cuales se recibe a un niño para educarlo en el cultivo del conocimiento y la paz espiritual.

Los paisajes que se muestran son sencillamente espectaculares. En las cuatro estaciones se aprecia un bosque lleno de color y una pequeña casa flotante aislada prácticamente de todo lo civilizado. Los paisajes de invierno son fascinantes: lagos congelados, cascadas detenidas en el tiempo en un claro desafío a la gravedad, kojis embalsamados en hielo. Ni hablar del otoño, donde los árboles se visten de todas las tonalidades cálidas que conoce el ojo humano, aunque la temperatura no acompañe esos colores. El verano y sus verdes vivos, soles radiantes y flores por doquier, lo mismo que la primavera, época donde todo se prepara a florecer. En resumen, un film que se convierte en un homenaje a la naturaleza.

También hay clara referencia a las tradiciones coreanas y religiosas, cosa que yo desconozco totalmente. Mucha disciplina y dedicación en el trabajo espiritual y corporal. Realmente es la punta del iceberg lo que muestra la peli, así que estoy interesada en seguir averigüando qué más hay por descubrir.

La banda de sonido sólo se dedica a acompañar las imágenes de esta gran película. Porque es una película donde no abundan las palabras, pero si los gestos, las imágenes, las sensaciones que se generan.

Y el final es un canto al amor, a la dedicación, al espíritu...no sé, cada uno sacará sus conclusiones, pero la imagen del maestro en el barco con los papeles que dicen "cerrado" dan escalofríos. No menos que el regreso del discípulo, ya de grande.

Bueno, es una película muy linda, destinada a permanecer en forma de paisaje. Te deja pensando, porque es más profunda de lo que ya es. Yo le doy 4 Clarisas y se las recomiendo.


Trailer!




Hasta la próxima.




PD: todavía me queda descifrar claramente a qué se debe la presencia de un animal distinto en cada estación y a medida que pasa el tiempo (en la película se pasa de perro a gallo, de gallo a gato y a lo último se ve una víbora)