domingo, 17 de agosto de 2008

XXY


Hoy ví la película de Lucía Puenzo titulada "XXY", basada en el tratamiento de una afección genética que determina en el ser humano rasgos de las dos sexualidades, lo que se conoce comunmente como "hermafroditismo". La nómina de actores es estelar: Ricardo Darín, Valeria Bertuccelli, Germán Palacios y Carolina Peleritti. Se suman a estos experimentados dos chicos que la rompen (códigos futboleros para esta frase) y que se ponen encima toda la peli: Inés Efrón y Martín Piroyanski.
Básicamente, la historia trata la vida de Alex (Efrón), una adolescente hermafrodita que empieza a cuestionarse qué quiere para su vida y qué hacer con su sexualidad. Aclaremos que todos los adolescentes pasan por este momento, pero en el caso de Alex hay algo que supera lo psicológico (digamos, tiene fenotípicamente los dos sexos). Para ayudarla con la decisión, la madre (Bertuccelli) trae de Buenos Aires a Ramiro, un cirujano plástico, con la esperanza de que los oriente acerca de qué es lo conveniente. Este (Palacios) se aloja con su familia en la casa de Alex, y así ella conoce a Alvaro (Piroyanski). Atraído por el misterio que rodea a Alex, cada vez van a estar más juntos. Este acercamiento hace que sus padres se enfrenten a una realidad encubierta por ellos mismos y al dilema de la libertad de ser: ser o no ser. Y no cuento más porque le saco interés, pero les puedo asegurar que es sorprendente, fuerte a veces y en un punto, se puede decir que intenta debatir con el espectador,porque son muchos los que han dicho "pero la película no termina, deja cosas sin explicar". En ese punto, entra el debate.
Actores: de diez. Efrón encarna a un ser frágil y misterioso y se termina luciendo, me hace acordar a Morton. Piroyanski también se pasa, aunque abusa de la cara fruncida...está siempre como preguntándose a sí mismo "¿qué?". El resto, muy bien, especialmente Darín y Palacios. Bertuccelli es muy grosa, así que siempre que actúa ella, le suma puntos a la peli.
En cuanto a la directora, entiendo que toca un tema delicado y posiblemente desconocido por algunos, pero por momentos se vuelve muy cliché (aunque no creo que haya muchas películas sobre este tema....). Esto viene por ciertos elementos de la pieza de Alex, el mismo nombre de la protagonista y ciertas escenas.... Por ejemplo, el cuarto tenía muñecas viejas sin piernas ni brazos y con un pene hecho de palitos. O los dibujos de Alex, que eran todas mujeres con pitulín. Entiendo que Puenzo haya querido mostrar la ambigüedad, pero no necesariamente se va a ver en todo lo que haga la chica... Después le pone "Alex" al personaje, ¿justo Alex? Se tendría que haber jugado un poco más y haberle dado una identidad y después plantear el problema de "¿qué hago con mi sexualidad?", porque la historia cuenta que los padres la tratan como una mujer y le dan corticoides... Me pareció que la que estaba desorientada era la directora, que no la culpo, porque medio te mareás cuando toca la vida amorosa de Alex. También hay un histeriqueo respecto a "muestro/no muestro": siempre le hace planos que sugieren, y después esconde. Ahí le acertó 100%, porque no sumaba a la historia.
Una aclaración importante. Antes de hacer este post, leí sobre esta afección y descubrí que por XXY se entiende al Síndrome de Klinefelter, que afecta sólo a los hombres y que es producto del agregado de un cromosoma X, al par cromosómico XY (masculino). En el caso de Alex, lo que hay es ambigüedad genital, pero no tiene este síndrome.
Para mí la peli merece 3 y 1/2 Clarisas y me parece que abre un debate interesante sobre la libertad, la identidad, la sexualidad y la adolescencia (es cómico, porque esta última palabra encierra a las tres anteriores, jeje). Acá los dejo con el trailer:





PD: Qué lindo el paisaje! Es Piriápolis, en Uruguay. Muy, muy lindo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la crítica, buena la película. Me pareció acertado lo que dijiste sobre la forzada referencia a la ambigüedad sexual de la protagonista por parte de la directora. Muy innecesario de su parte.

Otra cosa que me pareció muy forzada, repetitiva y que no sumaba nada a la película, eran las numerosas escenas en las que se le veían los senos a Efrón. No es que sea conservador o mojigato, pero poner un desnudo en una escena que da lo mismo si el personaje esta con o sin ropa, me parece inútil y hasta puede ser contraproducente, porque puede llegar a distraer al espectador. Lo peor es que no lo hizo solo una vez, sino varias.

Bueno, saludos.
Lucas Bibiloni.

clari dijo...

Lo de mostrar a Alex "en cuero" me parece que fue un juego para masculinizarla para el espectador. Y, teniendo en cuenta que no sabía si era "él" o "ella", sirve a la confusión. Pero, así y todo, me parece que ya era demasiaaaada exposición: con mostrarla 1 o 2 veces una ya se hacía la idea de adonde apuntaba la directora...Pero bue..


Saludos!