sábado, 28 de junio de 2008

Cine estético, hoy: Sofía Coppola



Hace un par de días vi la ópera prima de Sofía Coppola, hija de Francis Ford Coppola, "Las vírgenes suicidas". Este film es del año 1999, y fue protagonizado por una jóven Kirsten Dunst (que después iba a retornar al mando de Coppola en "Maria Antonieta") y la inmejorable presencia que le pueden dar dos actores de gran experiencia como Kathleen Turner y James Woods.
Básicamente, la película se ambienta en los años setenta y cuenta la historia de cinco hermanas que, por razones no declaradas en el film, se suicidan casi en masa (una lo hace primero, y luego cuatro le siguen al hilo).
Voy a dar más detalles. Coppola se encarga de presentar a las hermanas Lisbon como figuras etéreas, celestiales, idealizadas. Para eso juega con las luces, los planos y los ritmos: se ven como seres misteriosos y vaporeos. Admiradas por sus vecinos y compañeros de escuela, las hermanas iban por la vida como inconscientes de lo que generaban (o indiferentes). La directora juega con esta imagen de perfección introduciendo el cándido tema de la muerte: la película comienza con un intento de suicidio.
La primera en intentarlo es Cecilia (Hanna R. Hall) y logran rescatarla. No obstante, cuando regresa a casa y la familia festeja que están todos juntos otra vez (invitados en el sótano de por medio), Cecilia lo vuelve a intentar y esta vez no falla.
Luego del duro golpe que significa para la familia y el vecindario esta pérdida, las chicas Lisbon vuelven a su vida social, con algunos beneficios que le otorga una madre depresiva que no se ocupa del hogar, y un padre absorto en el trabajo. Así, Lux (Kirsten Dunst) acepta salir con Trip Fontaine (Josh Hartnett), el chico más popular de la secundaria, con la compañía de sus hermanas y sus respectivas citas. Desbande de por medio, Lux empieza a disfrutar los placeres negados de la infancia al punto de lo obsceno. Mientras tanto, todas las hermanas Lisbon sufren el castigo por la falta de Lux, siendo sacadas de la escuela para encerrarse en la casa.
Sus vecinos, un grupo de cuatro chicos de las casas aledañas, empiezan a ser su única compañía a distancia: mensajes escritos de buzón a buzón, señales de luz, etc. Hasta que un día, reciben la esperada invitación de escaparse con ellas. Al toque acordado, los chicos cruzan la calle, saltan la cerca y buscan a Lux. Mientras esperan al resto y con Lux dirigiéndose al auto, se encuentran con una escena de terror. Otra vez.
No quiero dar detalles porque en verdad, no abundan. La idea de Coppola fue contar muy sútilmente la historia de cinco hermanas suicidas, evitando tocar el tema de la muerte y sus razones y/o culpables. Es por eso que termina y vos esperás más. Quizás porque estamos acostumbrados a que la película "cierre". También se tratan las cuestiones de la fragilidad de la adolescencia, sin ahondar en el mundo interno de las Lisbon (motivo por el cual una se preguntas si fue suicidio u homicidio).
Estéticamente, Sofía Coppola se lució, porque crea un ambiente celestial, de divinidades. La muerte viene a cortar el ensueño, pero mientras tanto perdura la magia. Es algo medio histérico: seduce con la imagen ideal y luego castra con la muerte -extremos: lo más castrador . Los diálogos no son muy extensos, las Lisbon apenas esbozan palabras y lo hacen muy suavemente y entre risitas. Es como que nada las toca. Se contraponen a su familia: una madre muy religiosa y depresiva, que se expresa muy dramáticamente, y un padre abúlico, como ido.
Desde el plano del escenario, está muy bien logrado. Es como una extensión de "That's 70's show", pero más suave. Muy buen vestuario y escenografía. Los detalles fueron contados uno a uno, no se les escapó nada.
En cuanto a la ambientación: mucha luz del sol, sombras de atardecer, colores más amarillentos, planos de cerca, cámara lenta cuando avanzan las vírgenes suicidas... A esto, se le suma la banda de sonido de Air, que le da un aire de encanto.
Las actuaciones son muy buenas, suficientes diría, porque se libró la suerte a las imágenes. Turner y Woods, excelentes. Es una película de corta duración (no llega a dos horas) y es disfrutable: le pongo 3 1/2 Clarisas. Aprovechen que la están pasando por Cinecanal (también están pasando "Volver", película de Almodóvar que ya reseñé acá).
Bueno, espero que les guste, por mi parte, les dejo la recomendación. Va el tráiler y hasta luego!






PD: este film se encarga de la adolescencia y sus visicitudes, por eso me parece que una frase de Cecilia al psiquiatra viene a retratar algo de lo que Coppola quiere contar. Cuando el psiquiatra le pregunta qué hace en el consultorio -luego del primer intento de suicidio-, si todavía es una niña que no sabe lo mala que es la vida, Cecilia le contesta: "Está muy claro, doctor, que usted nunca ha sido una niña de trece años". Tomá mate.

2 comentarios:

Oswaldo M dijo...

veo que te gusta venegas y algunas películas buenas, de hecho llegupe aquí por buscar under the skin... soy de méxico y no la he encotnrado, sabes de dónde pueda descargarla?

clari dijo...

Rockvol, lamento decirte que no tengo idea de como ni donde descargar peliculas.
Nos vemos, gracias por pasar!