jueves, 11 de febrero de 2010

Cuentos que no son cuento


Hace varios años me recomendaron ver una película, la cual dejé en espera, como la mayoría de mis recomendaciones, hasta el momento en que tenga ganas de hacerla útil. Ayer, luego de la decepción que me llevé con "Planet Terror" (no voy a comentar este film acá, porque no tendría mucho para decir sino críticas...y no me parece justo con el Robert Rodriguez de Sin City), agarré otra película que había conseguido clandestinamente (la copié a mi pendrive, desde una computadora): "El gran pez", película dirigida por el talentoso Tim Burton.

El film es de 2003 y cuenta con una lista considerable de actores y actrices conocidos. Decir quiénes son los protagonistas va a ser difícil, porque la historia es anacrónica, constantemente se recorren el pasado y presente de varios personajes de la familia Bloom. En un punto, podría señalar como protagonistas a los tres integrantes de la familia Bloom:
Edward Bloom: de joven es encarnado por Ewan McGreggor; de viejo, por Albert Finney.
Sandra Bloom (antes "Templeton"): comienza Alison Lohman, y luego toma la posta Jessica Lange, logrando un asombroso parecido...
William Bloom: hay un nene que lo encarna, pero la mayoría del tiempo es protagonizado ese papel por Michael Crudup.
Después, está el genial Steve Buscemi; la actriz fetiche de Burton -su esposa- Helena Bonham Carter; la francesa Marion Cotillard; Danny De Vito...hasta aparece una joven estrella de Disney: Miley Cyrus.A la película!

Contar la historia hasta podría ser una historia fácil, lo que probablemente no nos resultaría fácil sea creer que algo de lo que les cuento sea cierto. Está bien, es una película, pero exactamente esto es lo que le pasa a Will Bloom. Este chico, que ahora es un adulto a punto de ser padre, a crecido escuchando las historias fantásticas que su padre tenía para él. Pero tanto es lo que había oído, que la incredulidad había resquebrajado todos esos cuentos y empezó a solicitar "la verdadera versión de los hechos". Y esta petición los lleva a enfrentarse, porque Edward Bloom no conocía otra versión: eso que contaba era lo que había pasado.
Así, Will se muda a Francia y por tres años pasan sin hablarse con el padre. Vuelve cuando se entera que Edward había decidido no continuar con el tratamiento quimioterapéutico que estaba realizando. Ahora, en los últimos momentos de vida, era el momento para saber cuánto de lo que le había contado durante toda su vida era real...

Este va a ser el argumento del film, un viaje fantástico por las aventuras narradas por el padre en toda su vida. Que yo empieze a explicar cada cuento sería terriblemente aburridor y sinsentido, por lo cual lo dejo para el momento en que vean la película: los va a ayudar mucho las imágenes que tiene planeadas Burton para sorprendernos. Pero sí tengo que decir dos cosas. Una, que a medida que Edward vuelve a revivir sus anécdotas con su nuera, la que lo escucha absorta, el espectador mismo se mete en la historia de manera tal que se puede llegar a compartir la misma sensación que Bloom hijo: "¿esto realmente le pasó a Edward Bloom de Ashton?". Dos, ¿por qué ese título? El título se desprende directamente de uno de los cuentos y le da como una conducción tácita a la película, porque no se nombra constantemente, pero cada tanto se recuerda que el gran pez era una obsesión para Edward.
Les aclaro que yo voy a decir muy simplemente de qué se trata eso del "gran pez", pero ahí, en lo simple, está mi error. Si algo queda claro luego de ver la película es que las historias pueden ser hermosas, fantásticas, aburridas, deprimentes....todo está en quién cuenta. Por eso, mi error va a ser simplificar algo que Edward Bloom hizo un estilo de vida: imaginar.
Como sea, la historia es algo así. Edward había escuchado que en el río se escondía un gran pez, enorme, que según decía, tenía varios probables orígenes. Se resistía a ser cazado, y era famosa el mito de que no había linea que no haya sido destruída por este gran pez. Bloom lo había intentado, y le fue igual que a sus antesesores. Hasta que recordó algo: el mito decía que ese gran pez era la reencarnación de un pirata, por lo cual pensó "¿qué se le puede ofrecer a un pirata para atraerlo?". Y colgó su alianza de oro en la linea más gruesa que tenía. Antes que el oro toque el agua, el animal pegó un salto y lo tomo en el aire, para luego perderse en las profundidades. Para todo esto, Edward estaba atónito, porque efectivamente el pez existía...pero ahora no tenía su anillo de casamiento... Así fue como volvió varias veces al río esperando encontrar al pez para que le devuelva su anillo. Y un día -el día en que su hijo nació- sin haberlo esperado, atrapó al pez con su caña de pescar...Se zambulló en el río, lo tomó con los dos brazos y le exigió "devolveme el anillo!". Y el pez lo escupió en su mano, para luego irse apurado.
Esta historia era la vedette de sus anécdotas, pero a su vez era núcleo de una gran obsesión que tenía, relacionada a dos misterios: una bella mujer y la muerte.

Y esta es la vida de Bloom, atestada de personajes extravagantes, como una bruja que predice la muerte con un ojo de vidrio, dos siamesas coreanas, o un gigante bonachón, o un dueño de circo se convierte en lobo las noches de luna llena...o los habitantes de un pueblo de "fantasmasía" (se mezcla la fantasía con lo que es un pueblo fantasma..."Spectrum"...yo inventé la palabra, jaja, sepan disculpar)...Porque, al fin y al cabo uno está en esas historias, y somos responsables por lo que decidimos contar: elegimos que esto sea de una forma y no de otra. Y esto es lo que ocurrió con Edward Bloom: eligió contar estos cuentos que no sólo forman parte de su vida, sino que lo hacen a él como sujeto. Para el final de la película, William Bloom termina aceptando que, más allá de lo real que sean nuestras historias, uno permanece vivo en ellas...y que puedan trascender las generaciones es signo de que el tiempo no importa: son inmortales.

Bueno, la peli es un 3 y 1/2 Clarisas. Cuenta con la magia de las historias y con la mano de Burton, pero así y todo...no sé cómo explicarlo... Pero es todo tan fantástico que el componente humano pasa al último plano. Y si quizás se hubieran fijado un poquito más, la peli terminaba siendo una joya. Los actores? McGreggor nunca me gustó, y esta no es la excepción: es demasiado, pero demasiaaaado risueño...yo diría limitando con la defensa maníaca. Ahora, me en-can-ta-ron Jessica Lange y Albert Finney. Ni hablar de Helena Bonham Carter y Steve Buscemi, que siempre hacen de su escena, "la escena".
Burton podría haber puesto un poco más de su sello, pero apenas tiñó algo del vestuario y de los escenarios...lo demás no parece de su autoría. Igualmente, creo que fue un acierto que la película la dirigiera él y no Steven Spielberg, como se había pensado en un principio.

Bueno, un trailer:




Hasta la próxima!


PD: Como dije anteriormente, es asombroso el parecido que lograron entre la Sandra Templeton de la juventud (Alison Lohman) y la de la adultez (Jessica Lange):

2 comentarios:

Soñador dijo...

Muy buena reseña! A mí me encantó la peli, y también pude rescatar la importancia de las historias.

clari dijo...

Ya somos dos, y siguen sumando...

Saludos.